¿Por qué nos sentimos tan atraídos hacia Re’im?

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¿Por qué nos sentimos tan atraídos hacia Re’im?

¿Por qué sentimos la necesidad de visitar los sitios de la masacre del 7 de octubre cerca de la frontera con Gaza? ¿Por qué nos sentimos tan atraídos hacia este lugar de profundo sufrimiento y tragedia? Algunos dicen que es para cerrar y recordar para que no vuelva a suceder. Pero ambas respuestas son incorrectas porque los crímenes de odio en contra nuestra continúan aumentando alrededor del mundo, así que debe haber otra razón.

Mientras esperaba para reunirme con un grupo en la antigua estación de policía en Sderot, escuché hablar a otros dos grupos, uno liderado por un policía de una población cercana quien describió como 35 compañeros oficiales fueron asesinados por los terroristas el 7 de octubre y la estación de policía fue destruida antes de que él pudiera llegar a ayudar. El segundo guía era un sobreviviente del Festival nueva era Nova en Re’im quien actualmente lidera tours y comparte su trágica historia.
Posteriormente visité Re’im con un grupo de intercesores un viernes por la mañana, y luego esa noche mientras entrabamos en Shabbat, la Parashat HaShavuah resultó ser Vayikra, Levíticos. Mientas meditaba sobre el concepto de redención a través de la sangre de un sacrificio en esta porción de la Torah, me preguntaba si existía algún paralelo aquí. El versículo de la Parasha que vendría pronto en Lev. 17:11 vino a mi mente, “Porque la vida de la carne está en la sangre y yo os la he dado sobre el altar para hacer expiación por vuestras almas; porque es la sangre, por razón de la vida, la que hace expiación.”
Mientras me lamentaba delante de los carteles de todos los jóvenes israelíes que fueron masacrados en Re’im en ese horrible día, pensamientos fluían en mi mente. ¿Cuántos de esos jóvenes tenían PTSD después del servicio obligatorio en el IDF pero nunca fueron tratados y fueron a escapar sus pesadillas en las drogas, alcohol o sexo? Y de repente recordé los días de mi juventud después de dejar mi sinagoga tradicional ortodoxa en USA en búsqueda de algo más profundo que actos religiosos. En ese entonces, solo existían dos opciones aceptables que los jóvenes judíos podían explorar – Kabbalah o la nueva era.

Yo escogí explorar todo lo que existía dentro de la nueva era pero fracasé miserablemente. Uno de mis últimos experimentos fue proyección astral. Como grupo se suponía que todos “subiríamos” y posteriormente reportaríamos nuestras aventuras. Mientras cada uno compartía visiones de campos de flores con caballos cabalgando en un atardecer y hermosas jóvenes con vestidos largos con flores, blah, blah, yo escuchaba con mucha inconformidad. Cuando me pidieron que compartiera mi experiencia, expliqué como alguien me había dado un escudo y una espada. Entonces todos esos monstruos feos me atacaron, pero yo los maté a todos. Y por esa razón me etiquetaron como un fracaso.
¿Cuántos de esos jóvenes en Re’im y cuántos mas hoy en Israel también son llamados fracasos porque no pueden encontrar una forma de hacer frente a la realidad de la vida a través de Kabbalah o la nueva era? ¿Podría ser que lo que realmente sucedió en Re’im es que estos jóvenes israelíes fueron engañados hacia una forma tremenda de engaño? ¿Podría ser que algunos estaban genuinamente buscando la Verdad de Di-s, mientras que otros buscaban algo espiritual para traer luz a sus mentes y corazones torturados? ¿Podría el enemigo haber pervertido la Palabra de Di-s en Levíticos que requiere sangre en el altar para hacer expiación por los pecados propios y haber engañado a estos jóvenes israelíes para convertirse en sacrificios de sangre en el altar? Después de todo, esto es lo que el enemigo de nuestras almas anhela hacer – matar, robar y destruir.
La razón por la cual pienso esto es porque si la masacre del 7 de octubre hubiera sucedido hace 45 años, mi cara podría haber estado en alguno de esos carteles volando en el viento con piedras del recuerdo, velas de Yahrzeit y flores colocadas con lágrimas en la base de mi foto.

Sin embargo, podemos ver que el sacrificio de sangre en el altar el 7 de octubre no sació a nuestro enemigo; solo lo hizo codiciar por más y nuevamente se repite la historia mientras se nos acusa de los crímenes que fueron cometidos contra nosotros. Aún así, no importa lo que el enemigo nos coloque en frente, sabemos que Di-s de alguna manera lo puede usar para bien.
El enemigo de nuestra alma exige sacrificio de sangre, pero Yeshua, el Hijo de Di-s, pagó el precio y a través de su trabajo de redención en el madero, no necesitamos ser sacrificados. Necesitamos ser reconciliados con el Padre a través del Hijo. Muchos jóvenes israelíes están apenas comenzando a entender esto y, como los Magi, buscan al que nació en Belén de quien los profetas del TANAK, Antiguo Testamento, declararon que algún día vendría a traernos redención y Salvación …